Lengua y tecnologia
Cuentos de Ezequiel rancaño.
AND LET IT FLY
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La experiencia de mi abuelo en la Marina:
Benjamín Rancaño es el nombre de mi abuelo, esto pasó hace 55 años atrás aproximadamente y esta es su historia.
Estaba muy ocupado, trabajaba ayudando a su tío en la construcción y realizaba su primer año en la facultad, estudiando contabilidad en la UBA.
Un día llegó más temprano a su casa y escuchó en la radio que los últimos tres números que tenía en la libreta de enrolamiento habían salido sorteados, por lo tanto ya supo que había entrado a la marina.
Se puso muy contento como también ansioso, sus padres lo apoyaron y dos meses interminables le dieron tiempo para que se preparara, para trasladarse hacia el regimiento.
Se despidió de su familia y cuando llegó, ingresó al cuarto, donde conoció a sus dos amigos que hasta el día de hoy sigue viendo.
Al día siguiente, se empezó a adaptar a las nuevas normas y horarios.
Entre los que ocupaban el regimiento había mucho compañerismo, a pesar de algunos entredichos o discusiones. El año entero pasó y todos los fines de semana, seguidamente visitaba a su familia y a su novia, que ahora es mi abuela. Estos encuentros eran muy emocionantes porque tanto su familia como mi abuela lo extrañaban mucho.
En ese año aprendió muchas cosas como utilizar armas fácilmente, a ser compañero, a levantarse de madrugada a hacer ejercicio, a obedecer sin quejas. Le dejó una enseñanza que lo ayudó mucho para la vida.
Luego al segundo año, por su buena conducta y su gran desempeño, lo ascendieron a jefe de área donde tenía más libertad, ya que podía salir, todas las tardes.
Su desempeño después de allí duró un año más de un año, y el mismo fue duro porque lo exigían mucho, tenía que estar pendiente de lo que hacían todos, y las responsabilidades recaían en el.
Bueno... después de ese duro trecho, salió. Le dieron una especie de título honorífico, se dirigió a la parada de colectivo, y se subió a la misma línea por la que había venido.
En su casa lo esperaban toda su familia, con una gran comida. A la semana comenzó a trabajar como pintor y dos años después se casó con mi abuela y diez años después tuvieron una hija, llamada Liliana, la cual es mi tía.
Tres años después tuvieron a mi papá Norberto Rancaño.